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Escrito por: Frisa Aliaga Guevara
Publicado: 05/05/2021
MAY
05

Desde el Edén a la realidad

Escrito por: Frisa Aliaga Guevara
Publicado: 05/05/2021

“Ganarás el pan con el sudor de tu frente” fue la sentencia a la que se condenó a Adán por no cumplir con lo impuesto por el Creador. Desde ese momento se relacionó por muchos años al trabajo como un castigo impuesto o la manera de expiar pecados cometidos. Posteriormente, como el privilegio con el cual era posible subsistir y poder proveer a la familia de lo necesario para sobrevivir. El trabajo era considerado una obligación o una carga. Con los años, los abusos surgieron, las personas trabajaban hasta 18 horas diarias. Llegando a la ancianidad con un sinnúmero de problemas de salud, producto de no haber cuidado su cuerpo en los años mozos.

¿Dónde empezó el cambio que hoy celebramos los 1 de mayo? Fue un 4 de mayo en la ciudad de Chicago (Estados Unidos), en la Revuelta de Haymarket, en la cual, debido a los múltiples atropellos a los derechos fundamentales de los trabajadores, los obreros solicitaron se les reivindique una jornada laboral de 8 horas diarias. Debido a que laboraban incluso 18 horas diarias. Hubo disturbios, fallecidos, condenas a quienes se consideraban responsables de los actos acontecidos y naciendo los Mártires de Chicago. Dando origen, a que en muchos países celebremos el 1° de mayo el Dia Internacional de los trabajadores.

Nuestra Carta Magna reconoce el trabajo de acuerdo a ley dentro de los Derechos Fundamentales. Lo cual ha brindado tutela a los trabajadores que en alguna ocasión han sentido que sus derechos no han sido reconocidos o respetados de manera idónea. El ámbito laboral ha cambiado de escenario de una manera tajante, como consecuencia, es menester poder ponderar dos derechos fundamentales; el derecho a la vida y el derecho al trabajo. En el cual, se dio prioridad a la vida, recomendando se realice el trabajo de manera remota, tomando en cuenta ciertos presupuestos (vulnerabilidad). Este cambio, ha traído como consecuencia, la invasión a la privacidad, aumento de gastos de servicios, uso de materiales pertenecientes al ámbito familiar, como mobiliario, perdida de horarios de entrada y salida y violación de privacidad propia de los hogares. El trabajo da sustento a nuestra existencia, pero una vida sin el respeto por la familia, la salud y lo que realmente es importante, carece de sentido. Es oportuno recordar, que “Los trabajadores seguimos siendo el pariente pobre de la democracia”. (Marcelino Camacho)


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