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Escrito por: Lic. Juan Carlos Verástegui León
Publicado: 22/11/2022
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La agenda 2030 y avances de los ODS

Escrito por: Lic. Juan Carlos Verástegui León
Publicado: 22/11/2022

Todos los días, Josefa se levanta a las cuatro de la mañana, deja preparado el desayuno para sus dos hijos y sale a la calle caminando diez cuadras donde le espera un bus y lo aborda con otras cuarenta personas. El viaje hasta la planta dura aproximadamente una hora y llega a eso de las siete de la mañana. En la planta, se van reuniendo en grupos de faena todos los que llegaron en buses hasta ahí. Suman unos catorce mil trabajadores, los cuales retornarán en los mismos buses a Trujillo a eso de las seis de la tarde. Es temporada de cosecha y Josefa recibe bonos por producción, lo que significa que cada semana recibe más dinero que de costumbre. Este trabajo le ha permitido tener un ingreso fijo más extras por los sobretiempos y tener atención médica para ella y sus hijos. El pequeño Diego ahora tiene medicamentos y tratamiento para el asma, Sergio entrena en el equipo de fulbito del colegio. Así mismo, accedió a la construcción de una casita gracias a un programa social por contar con boletas de pago y esta semana terminan de pintarla. Los domingos sale con sus hijos a jugar a la pelota en una losa deportiva cerca de su casa y luego van por unos helados. El año pasado, decidió dar un paso más: terminó la secundaria gracias a un programa CEBAS que la empresa implementó y este año se capacitó en un curso de cuatro meses sobre control de calidad, lo cual le permitió salir de sembradora en el campo y ascender a auxiliar de almacén. Su calidad de vida y la de sus hijos ha cambiado desde que ingresó a trabajar en esa empresa agroindustrial. 

Los directivos de la empresa saben que la mayoría de sus trabajadores provienen de áreas rurales y urbanas en situación de vulnerabilidad; por ello, desde el 2017, la empresa implementó un modelo de gestión basado en la creación de valor compartido, esto, es rentabilidad económica en círculo virtuoso con el progreso de los trabajadores y la comunidad. Para conseguir esto ejecutan tres ejes: salud, educación y equidad de género, lo cual está en armonía con el ODS 3: Salud y Bienestar, ODS 4: Educación de Calidad y ODS 5: Igualdad de Género. Así, la empresa ha conseguido: a. Garantizar un ambiente de trabajo seguro para desarrollar el máximo potencial. b. Desarrollar capacidades en las mujeres para que asuman posiciones de mayor liderazgo, enriqueciendo la toma de decisiones. c. Elevar la productividad contribuyendo a la competitividad de la empresa.    

En septiembre del 2015, los Estados miembros de las Naciones Unidas firmaron la Agenda 2030, cuyo lema es “Transformar nuestro mundo”, adoptaron y se comprometieron a cumplir los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) que pretenden erradicar la pobreza, mejorar la calidad de vida de las personas, eliminar la hambruna, dar una educación de calidad, proteger el medioambiente, dar un uso responsable de los recursos naturales y estrechar alianzas para cumplirlas. Desde esa fecha hasta la actualidad, cada vez son más las empresas, instituciones, escuelas de estudios y universidades a nivel mundial que van adoptando los ODS en la gestión de sus operaciones o en la cultura organizacional. Por eso se desarrollan los proyectos de responsabilidad social empresarial (RSE) y responsabilidad social universitaria (RSU) para tender puentes con la comunidad y grupos de interés, desarrollando proyectos sostenibles que tengan impacto social, beneficiando y mejorando la calidad de vida de las personas y sus familias, reduciendo las brechas sociales y económicas, desigualdad de género y oportunidades para todos.

Ahora nos preguntamos: ¿cuánto se ha avanzado en el cumplimiento de los ODS en Perú?


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