La salud mental siempre es una preocupación de gran envergadura a nivel mundial. Si miramos en un radio de 360 grados, nos encontramos con una dura realidad social, convulsionada, golpeada por décadas. Durante años los especialistas en Salud Psicológica se mantienen a la vanguardia para prevenir a esta de sucesos que alteran el desarrollo personal, comunitario y socioeconómico. Este contexto afecta en todas las edades y géneros, prescribiendo y alterando comportamientos entre las personas. El psicólogo Albert Bandura sostiene que “las personas aprendemos nuevas conductas, así como también salir afectados mediante la observación del entorno y sus pares”.
El impacto social en las comunidades sobre la salud mental es muy marcado. Ante ello, se debe difundir de manera oportuna la promoción y prevención de diversos trastornos mentales, ya que todos estamos vulnerados a poner en riesgo nuestra salud mental y no solo aquellos con trastornos mentales diagnosticados.
La alteración en la salud mental ha tomado mayor protagonismo en lo que concierne a la salud pública. El último reporte del Ministerio de Salud indica que a diario se reciben miles de casos de problemas relacionados a depresión, ansiedad y demás. Las cifras son sorprendentes: desde 2021 hasta el presente año se han registrado más de 460 mil casos atendidos.
¿La salud mental es un derecho en las personas a nivel mundial? Claro que sí. Desde 1992, todos los 10 de octubre se conmemora el Día Mundial de la Salud Mental, con la finalidad de sensibilizar su importancia y cómo debemos pensar, comportarnos y sentirnos frente a determinados contextos establecidos.
Mantenernos con buena salud mental es responsabilidad de uno mismo. Recibir atención de calidad es labor de los especialistas y se estipula como un derecho de ayuda y protección para quienes están luchando por su salud mental.
El Estado ha dado grandes pasos frente al auxilio de la salud mental, pero aún está lejos de una satisfacción plena.