Si bien no se puede hablar de una clara uniformidad en las experiencias emocionales de las personas, la muerte de la madre suele ser la más dolorosa entre las innumerables pérdidas que todo ser humano tiene que afrontar a lo largo de su vida.
Pero, ¿cómo debemos afrontarla?
El Mgtr. Juan Pomahuacre Carhuayal, docente de la Escuela de Psicología de la Universidad César Vallejo, campus Los Olivos, manifiesta que esta pérdida conlleva un proceso de duelo en donde se pueden experimentar diferentes emociones, tristeza, culpa, ira o miedo.
“Muchas veces, las personas se niegan a experimentar estas emociones o desean controlarlas. Ante ello, es importante comenzar aceptando la inevitable experiencia subjetiva del dolor, en donde la persona sienta que tiene el derecho de abrirse a esas emociones, evitando juzgarlas o luchar contra ellas, para, paulatinamente, ir asumiendo la pérdida y continuar con su vida”, expresó el docente Pomahuacre
Otras veces, se ponen topes temporales en cuanto a su proceso de duelo; sin embargo, no existe un tiempo “normal” de duración del duelo. Asimismo, tampoco se puede asumir que una persona “debe” pasar por determinadas “fases de duelo”. Adoptar esa postura pone a la persona en una situación pasiva en donde “solo le queda” esperar a que esas etapas pasen progresivamente.
¿Debemos acudir a talleres o terapias para superarlo?
El especialista manifiesta que, habitualmente, se transita por el proceso de duelo sin ayuda especializada. Sin embargo, cuando el malestar se intensifica a tal punto que se adoptan conductas desadaptativas como tomar alcohol en exceso, consumo de drogas, centrarse obsesivamente en el trabajo o una postura “pasiva” ante el dolor, es en estos casos que se sugiere asistir con un especialista en salud mental, como puede ser un psicoterapeuta.
Las terapias psicológicas son diversas, pero siempre las recomendables serán aquellas con evidencia científica (cognitivo conductual, aceptación y compromiso, entre otras).
En esa misma línea, el docente de Psicología indica que, ante un proceso de duelo, lo mejor es no asumir que hay técnicas o trucos que ayuden a superar o controlar las molestias. Lo importante es abrirse a las emociones que experimenta en ese momento. Para promover ello, se debe aceptar la realidad de la pérdida de la madre, evitando cosas como hablar de ella en momento presente o dejando intacta su habitación. “Tampoco se debería evitar mirar fotos de la madre o eludir ir a lugares asociados a ella. Es importante el permitirse seguir realizando actividades placenteras y la confección de nuevas metas”, señaló el docente de la UCV.
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