Hace unos días, China registró más de 5 000 casos nuevos de personas contagiadas con COVID-19. Esta situación llevó al gobierno de ese país a tomar la decisión de confinar, nuevamente, a su población.
Sobre este punto, el epidemiólogo de la Universidad César Vallejo, Dr. Miguel Tresierra Ayala, mencionó que el rebrote registrado en esta parte del mundo se debe a una variante del mismo tipo de la ómicron, a pesar de que aún no se ha hecho la tipificación molecular.
“Está en estudio la variante que puede confundirse con la ómicron, ya que esta tiene varias mutaciones. En tanto no se identifique con exactitud la variante, no se pueden realizar estudios como eficacia de la vacuna o la posibilidad de mayor contagio o gravedad”, manifestó el epidemiólogo de la UCV.
Asimismo, mencionó que hasta ahora se ha observado que la letalidad es menor que el promedio en el mundo, y lo que puede alentar es la experiencia de manejo que tiene China con la enfermedad en Hubei y Wuhan.
“En la actualidad se ha cercado la provincia de Jilin, fronteriza con Rusia y Corea del Norte, donde habitan algo de 26 millones de personas. Una medida correcta para evitar el traslado del virus y evitar más contagios”, declaró Tresierra Ayala.
El especialista se refirió a la letalidad del virus en estos nuevos casos indicando que es casi igual, pero en cifras absolutas de enfermos. “Ejemplo, si la letalidad es 4 % y hay 100 enfermos, solo habrá 4 muertos, pero si hay 10 000 enfermos, habrá 400 muertos. Las cifras absolutas de contagiados son las que llaman la atención en el mundo”, dijo.
“En China hay dos puntos de brote, la provincia de Jilin al norte y la ciudad Shenzhen al sur. Las autoridades chinas ya tomaron acciones inmediatas y ejecutaron el cerco epidemiológico en ambos lugares”, resaltó el epidemiólogo.
También explicó acerca del aumento de casos en Europa, más notorio en Reino Unido, donde la causa principal es la variante delta. “Las medidas de restricción en varios países europeos se han abolido. No hay exigencia del uso de la mascarilla. La población no respeta el distanciamiento físico. Esto ha provocado el aumento de casos en general y el número de fallecidos es mayor en la población no vacunada”, sentenció.
“Estos rebrotes nos plantean dos cosas importantes: con o sin pico de pandemia, el riesgo de enfermar permanece. Hay que vacunarse para disminuir el riesgo de morir”, sentenció Miguel Tresierra Ayala.
Por otro lado, finalizó diciendo que no podemos retornar a la vida prepandemia, y que la distancia física y la higiene de manos deben ser parte de nuestro estilo de vida. “La pandemia aún no termina, pero debemos tener calma. Debemos vacunarnos y mejorar nuestros estilos de vida, higiene, alimentación, ejercicio y salud mental”, concluyó.
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