UCV |
Más del 80 % de la información que circula en medios no oficiales y en torno a la cultura popular de nuestra sociedad, respecto a los métodos anticonceptivos, es falsa, por lo que se desinforma a las personas acerca de procesos como la vasectomía. En el Perú, la cantidad de varones que han optado por dicho procedimiento es menor al 1 % de la población total.
Por tal motivo, en el marco del Día Mundial de la Vasectomía, que se celebra el tercer viernes de noviembre de cada año, el Ministerio de Salud (Minsa) llevará a cabo un plan gratuito de vasectomía del 14 al 18 de noviembre en distintos hospitales de Lima y en otras ciudades como Trujillo, como parte de una campaña de planificación familiar.
En tal sentido, el Dr. Tony Alburqueque Tello, especialista en urología y catedrático de la Escuela Profesional de Medicina de la Universidad César Vallejo (UCV), derriba los mitos que se han inventado acerca de la vasectomía y además brinda una adecuada información sobre todo lo que debemos saber respecto a este método.
- Es totalmente falso que la vasectomía provoque disfunción eréctil.
- Los conductos seccionados no tienen nada que ver con el mecanismo de la erección.
- Es falso que aumente el riesgo de cáncer de próstata.
- No afecta el tamaño, forma o aspecto de los testículos ni del pene.
- No causa impotencia, no disminuye el deseo sexual, no perjudica la erección, no afecta la masculinidad.
- Estar estéril no es ser impotente. No es castración, pues no se remueven los testículos.
- No se requiere hospitalización ni anestesia general para este procedimiento, solo anestesia local.
- La vasectomía no es dolorosa. Los pacientes refieren que el dolor es mínimo durante el procedimiento.
- No se pierde la eyaculación, pues el semen se produce en la vesícula seminal y no en los testículos, que es donde se producen los espermatozoides.
- Es falso que es 100 % irreversible. Existe una cirugía en la que se puede revertir el procedimiento, pero no asegura volver a la fertilidad.
- No evita el contagio de enfermedades de transmisión sexual.
- Anestesiar el área quirúrgica con una inyección de anestesia local, con una aguja delgada en la piel del escroto.
- Una vez que el área esté anestesiada, realizar un pequeño corte (incisión) en la parte superior del escroto, o utilizar la técnica ‘sin bisturí’, donde se realiza una pequeña punción en el escroto, en vez de una incisión.
- Localizar el conducto donde pasa el semen (conducto deferente).
- Extraer parte del conducto deferente a través de la incisión o punción.
- Cortar el conducto deferente en la parte extraída del escroto.
- Sellar el conducto deferente atándolo con calor (cauterización), con clips quirúrgicos o con un método combinado.
- Volver a colocar los extremos del conducto deferente dentro del escroto.
- Cerrar la incisión en el sitio quirúrgico.
Noticias relacionadas