En la región Piura, específicamente en la provincia de Paita, cada 24 de setiembre se celebra con fervor y solemnidad la festividad de la Virgen de las Mercedes, patrona espiritual de la ciudad. Esta manifestación de fe popular representa una tradición religiosa centenaria y ha adquirido un valor estratégico en la dinamización del sector turístico regional. No obstante, la creciente comercialización de la fe, la debilidad en la planificación turística sostenible y la falta de una visión integradora evidencian profundas tensiones entre tradición, desarrollo y modernidad.
El culto a la Virgen de las Mercedes en Paita tiene profundas raíces históricas. Su origen se remonta al siglo XVIII y está marcado por relatos de milagros y protección divina. Según ACI Prensa (2024), el episodio del robo de la imagen por piratas y su posterior hallazgo en altamar cimentó una devoción que se ha perpetuado a lo largo de generaciones. Sin embargo, más allá del relato religioso, lo que destaca es cómo esta festividad ha sido apropiada colectivamente como un símbolo de resistencia cultural y cohesión comunitaria, convirtiéndose en uno de los eventos más significativos de la región.
En este contexto, Paita se convierte en un punto de encuentro donde confluyen prácticas religiosas, manifestaciones culturales, comercio y turismo. El flujo de visitantes nacionales e internacionales se incrementa visiblemente, activando el circuito económico local. Hoteles, restaurantes, agencias de viajes, transportistas y comerciantes informales encuentran en esta festividad una oportunidad clave para mejorar sus ingresos.
Si bien la festividad moviliza a miles de personas, la escasa planificación estratégica por parte del Estado pone en evidencia la fragilidad del sistema turístico de la región. La carencia de servicios básicos adecuados, el deterioro de la infraestructura urbana, la escasa promoción sostenida del evento en mercados internacionales y el desorden generado por el turismo masivo son señales claras de un modelo improvisado y asistemático. En lugar de fortalecer el patrimonio cultural, en muchos casos se tiende a banalizar la experiencia espiritual, reduciéndola a un espectáculo de consumo masivo.
El turismo comunitario, que podría ser una herramienta poderosa de inclusión y empoderamiento, es escasamente promovido. Además, las nuevas generaciones corren el riesgo de asumir esta celebración más como un evento comercial que como una oportunidad de reafirmación cultural y memoria colectiva.
Ante este panorama, el principal reto consiste en desarrollar un modelo de turismo cultural sostenible, con enfoque participativo, que respete la sacralidad del evento y revalorice la identidad paiteña como un activo turístico diferenciado. Esto implica mejorar la logística, los servicios y garantizar que las comunidades locales participen de forma activa en la toma de decisiones, la gestión del patrimonio y la distribución de beneficios. Como sostiene López (2019), “el turismo patrimonial debe ser una herramienta de fortalecimiento de la identidad, no de su distorsión”.
En conclusión, la festividad de la Virgen de las Mercedes en Paita representa una oportunidad invaluable para consolidar un turismo integrador y sostenible. Su enorme potencial debe ser gestionado con visión crítica, sensible y estratégica. Si bien se trata de una manifestación de fe profundamente arraigada, también constituye un espacio para repensar las dinámicas del desarrollo turístico regional. Hoy más que nunca, Piura necesita políticas culturales y turísticas que reconozcan el valor simbólico de sus tradiciones sin caer en la mercantilización vacía. Promover un turismo que humanice, respete y enriquezca es el verdadero milagro que debemos construir colectivamente.