Es necesario seguir enfocándose en la necesidad de fortalecer la cultura investigativa. Tal como lo vimos en la primera parte, las universidades aún evidencian limitaciones metodológicas de parte de los docentes, desmotivación estudiantil, falta de apoyo institucional en gestión y presupuesto destinado para la investigación. En esta segunda parte, se profundiza en otros desafíos: la desvinculación de la investigación en los niveles y asignaturas, la desarticulación entre docencia, investigación y extensión universitaria y la sobrecarga laboral docente. Esto permitirá consolidar una educación superior comprometida con la generación de conocimientos, innovación y transformación social.
Desvinculación de la investigación en los niveles y asignaturas
Los grandes desafíos en la educación universitaria son la investigación que no está vinculada en los niveles y asignaturas. La exigencia y prioridad en muchas universidades solo se da en los últimos dos años, cuando los estudiantes están a punto de egresar y necesitan elaborar su proyecto o tesis basado en su especialidad profesional. Esta situación, desvinculada desde los primeros ciclos, hace que los estudiantes no realicen investigación de manera progresiva, limitando el desarrollo del pensamiento crítico, la lectura reflexiva y el desconocimiento de los procesos o etapas en la investigación científica.
En efecto, este es un reflejo de muchas universidades que no consignan en la estructura de su plan de estudio curricular la investigación como un eje transversal, sino como un requerimiento aislado. Además, los estudiantes lo toman como una obligación académica para aprobar la tesis y obtener su título profesional y no como una herramienta indispensable de transformación social. Muchos profesores aún emplean los modelos tradicionales desvinculados de metodologías en la investigación, donde los estudiantes no tienen espacios para observar, experimentar o buscar soluciones; solo reciben un aprendizaje centrado en la reproducción de conocimientos sin juicio crítico y lejos de la realidad que los rodea.
Desarticulación entre docencia, investigación y extensión universitaria
La docencia, la investigación y la extensión universitaria deben ser trabajadas de manera interdependiente, ya que potencializan la calidad educativa aportando soluciones a los problemas de su entorno. Los tres aspectos son parte de un proceso formativo, donde el estudiante aprende, aplica e investiga. Sin embargo, aún se percibe universidades que no consideran la enseñanza-aprendizaje desde un enfoque crítico; solo se observa una docencia teórica orientada a cumplir programas curriculares, dejando de lado la investigación y la responsabilidad social universitaria. Si las universidades no trabajan de una forma articulada corre el riesgo de no tener impacto social e innovación real.
Además, desde una perspectiva crítica, la desarticulación de estos tres elementos genera estudiantes con conocimientos técnicos y sin la capacidad de investigar o intervenir en los problemas encontrados. Esto hace que la universidad pierda prestigio, poca aceptación de la sociedad y problemas en la empleabilidad de sus estudiantes y egresados. En resumen, la responsabilidad social universitaria no debe ser vista como un relleno en el plan curricular de las universidades, sino como una articulación lista para resolver problemas.
Sobrecarga laboral docente
Se ha visto que la sobrecarga laboral docente es otra de las barreras encontradas en las universidades. El dictado de varias asignaturas, funciones administrativas, evaluaciones continuas, entre otros aspectos, no permiten al docente dedicarse a la actividad investigativa, pues este proceso necesita dedicación rigurosa. Además, la sobrecarga laboral impide a los docentes acompañar adecuadamente a los estudiantes en sus procesos de investigación. Por ello, urge brindar condiciones laborales equilibradas que fortalezcan el rol del docente como investigador y mentor académico.
La investigación, un reto por cumplir
- Se debe diseñar un plan de estudio donde se articule la investigación en todas las asignaturas.
- Fortalecer la metodología de los docentes mediante capacitaciones enfocadas en la investigación formativa y evitar sobrecargas laborales.
- Fomentar la cultura investigativa institucional mediante asesorías técnicas y evaluaciones continuas, tanto a los docentes y alumnos, para garantizar el desarrollo crítico y científico.
- Cumplir con el compromiso ético más allá de la formalidad académica. De esta manera, la investigación deja de ser un deber y se convierte en una convicción.
Conclusión
Todavía existen universidades que renuncian al compromiso de fortalecer la investigación en el currículo, en lo que respecta a los niveles y asignaturas. Además, no fortalecen la formación metodológica docente y no se promueve la cultura investigativa en los estudiantes que garanticen una educación critica, innovadora y socialmente transformadora.