En la Universidad César Vallejo (UCV) estamos siempre al día con los acontecimientos económicos que impactan en nuestro país. Por ello, en la Escuela de Economía investigamos fenómenos que afectan la calidad de vida de los peruanos.
En esta oportunidad, analizamos un caso interesante relacionado con una fruta que casi todos los peruanos esperamos al inicio del año por su delicioso sabor, su color y porque nos ayuda a aliviar las altas temperaturas de esta época: ¡el mango! Actualmente, la noticia es que hay una sobreproducción de mango.
Lo primero que debemos entender es que, según una de las leyes de la economía, cuando la producción es abundante, el precio baja, especialmente en productos perecederos. En cambio, si hay escasez, sucede lo contrario: el precio sube.
Sin embargo, en el mercado participan al menos dos grandes fuerzas: el comprador (consumidor o demandante) y el vendedor (quien ofrece el producto). Esta situación favorece a los consumidores, pero no a los productores, quienes realizan inversiones y adquieren préstamos para cosechar. Como consecuencia, sus ganancias disminuyen debido a la caída de los precios.
Causas de la sobreproducción
¿Por qué se presenta esta situación? La respuesta está en los fenómenos climatológicos. La producción de mango se realiza en casi todos los departamentos del país; sin embargo, cerca del 95 % proviene de Piura, Lambayeque y Áncash, siendo Piura la región con mayor producción (75 %).
Las cosechas, debido a factores climáticos, se adelantaron o postergaron, lo que provocó que la temporada de producción, que antes se extendía de noviembre a abril, se concentrara principalmente en enero, generando una sobreproducción.
El rol del Estado y las posibles soluciones
Otro actor clave en la economía es el Gobierno, a través de entidades como el Ministerio de Desarrollo Agrario y Riego (Midagri), el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF), el Ministerio de Comercio Exterior y Turismo (Mincetur), el Ministerio de la Producción (Produce), entre otros, que buscan mitigar el impacto en los productores.
Es fundamental implementar acciones concretas para enfrentar esta crisis. Algunas de las medidas sugeridas incluyen: campañas para incentivar el consumo interno del mango.
- Promoción de su industrialización en productos como mermeladas, jugos, rebanadas en almíbar, rodajas en conserva, productos congelados y deshidratados.
- Fomento del uso del aceite extraído de la semilla en la industria cosmética.
- Expansión del mercado de exportación, aunque esta medida es a mediano plazo debido a los requisitos sanitarios y técnicos exigidos.
Además, es crucial que los productores puedan reprogramar el pago de sus créditos mediante la banca privada, estatal o líneas de financiamiento de emergencia. Se estima que el mercado de exportación del mango tiene un valor aproximado de 400 millones de dólares.
Inversión en infraestructura y oportunidades de mercado
Otra acción que considero importante es la implementación de un programa que incentive la inversión pública y privada en las principales regiones productoras. Esto permitiría desarrollar una industria de congelamiento del mango para su exportación.
China, por ejemplo, representa un mercado en crecimiento que ya ha mostrado interés en el mango congelado. Si en el futuro se presenta nuevamente una sobreproducción, contar con la infraestructura necesaria para el almacenamiento en frío facilitaría su conservación y exportación, generando mayores ingresos para el país. No obstante, estas inversiones requieren sistemas eficientes de refrigeración y transporte hacia los puertos de embarque.
Como hemos analizado, todos podemos contribuir a mitigar esta situación consumiendo mango y aprovechando sus precios accesibles. Por otro lado, el Gobierno debe continuar implementando medidas que permitan a los productores seguir cultivando esta valiosa fruta en futuras cosechas. ¡El mango no debe desaparecer!