- La Dra. Sandra Fuentes, docente de Psicología de la Universidad César Vallejo, advierte sobre los efectos emocionales y sociales del uso excesivo de celulares y analiza cómo el proyecto de ley aprobado por el Congreso puede beneficiar la interacción entre estudiantes.
Este jueves, la Comisión de Educación, Juventud y Deporte del Congreso de la República aprobó el proyecto de Ley N.º 5532, que restringe el uso de teléfonos celulares y otros dispositivos electrónicos en todos las instituciones y programas educativos de la educación básica.
La medida ha generado un intenso debate entre quienes defienden la necesidad de evitar distracciones en el aula con el fin de mejorar el rendimiento escolar y quienes consideran que se trata de un retroceso en la incorporación de la tecnología en los procesos educativos.
¿Qué efectos tiene esta medida en el desarrollo emocional, la salud mental y la convivencia escolar? La psicóloga Sandra Fuentes, docente de la Universidad César Vallejo (UCV), responde desde la evidencia y la experiencia profesional.
Lo que provoca el uso excesivo del celular
“El uso excesivo del celular en niños y adolescentes puede provocar alteraciones del sueño, ansiedad e incluso irritabilidad por la dependencia tecnológica”, explica la Dra. Fuentes. Además, señala que este uso desmedido puede reducir la concentración en clase, aumentar el estrés por sobreexposición a noticias negativas y dificultar el desarrollo de habilidades sociales clave.
¿Puede una ley mejorar el desarrollo social de los escolares? Para la especialista, sí. La regulación puede generar entornos escolares más humanos y participativos.
“Al no tener celulares como objetos distractores, los estudiantes tienden a hablar más entre ellos durante recreos, almuerzos y momentos de transición. Esta interacción fortalece la comunicación verbal, la empatía, la resolución de conflictos y promueve un ambiente más participativo”, comentó la especialista.
Padres y docentes: aliados esenciales para el equilibrio digital
Fuentes recalca que el rol de los adultos es insustituible y debe ejercerse de forma activa, equilibrada y colaborativa. “Padres y madres tienen la tarea de guiar, acompañar y educar en el uso saludable y consciente de la tecnología. Ellos son el primer modelo de comportamiento digital para sus hijos”, sostuvo.
Por otro lado, recomienda establecer límites claros respecto al tiempo y el tipo de contenido que se consume, pero también conversar abiertamente sobre los riesgos y beneficios de estos aparatos tecnológicos.
“La supervisión debe ir acompañada de confianza y escucha. Así los hijos entenderán las normas y se sentirán seguros de contar lo que les sucede en línea”, precisa.
En el caso de los docentes, considera que son agentes formadores en la ciudadanía digital. “Tienen la misión de enseñar a los escolares a usar la tecnología con criterio, respeto y responsabilidad. Esto implica trabajar en conjunto con las familias para reforzar valores comunes y establecer normas coherentes entre la casa y la escuela”, añadió.
Hacia una convivencia más sana y empática
El proyecto de Ley N.° 5532 abre la posibilidad de repensar los entornos educativos en favor del bienestar socioemocional. Sin embargo, como concluye la Dra. Fuentes, su aplicación no debe centrarse solo en sancionar, sino en acompañar.
“Padres y docentes deben actuar como guías y aliados en el desarrollo emocional y digital de nuestros niños y adolescentes. Solo así lograremos formar personas conectadas con su mundo interior y con los demás”, acotó.
Finalmente, es importante mencionar que esta restricción al uso de celulares no se aplicará para los estudiantes que requieran atención especial o que, por algún problema de salud, justifiquen su uso. Además, el Ministerio de Educación tiene 60 días para reglamentar la norma.