
Alerta epidemiológica en Perú: especialista explica el alcance del subclado K de la influenza A (H3N2)

- El Dr. Ciro Maguiña analizó el escenario sanitario actual, la importancia de la vacunación y las medidas clave para reducir riesgos ante nuevas variantes respiratorias.
La reciente alerta epidemiológica declarada por el Ministerio de Salud (Minsa) ha encendido las alarmas preventivas en el país y generado preguntas en la población sobre el verdadero alcance de esta medida. El anuncio se da en un contexto internacional marcado por el aumento de casos de influenza A (H3N2), subclado K, en diversas regiones del mundo, lo que obliga a reforzar la vigilancia y la información oportuna para evitar escenarios de mayor riesgo.
El pasado 14 de diciembre, el Minsa declaró alerta epidemiológica a nivel nacional como acción preventiva frente al posible ingreso y diseminación de enfermedades provenientes de otros países, entre ellas la influenza A (H3N2), subclado K, y el sarampión. La medida busca fortalecer la vigilancia epidemiológica, la prevención, el control y la capacidad de respuesta sanitaria en todos los establecimientos de salud públicos y privados del país.
Contexto nacional y primeros casos confirmados
Como parte de esta alerta, el Minsa recomendó a la población mantener actualizado su esquema de vacunación, adoptar medidas de prevención frente a las infecciones respiratorias y acudir oportunamente al establecimiento de salud más cercano ante la presencia de síntomas. Estas acciones buscan reducir el impacto de una posible mayor circulación del virus en el territorio nacional.
Un día después, el 15 de diciembre, en conferencia de prensa, el Minsa confirmó los dos primeros casos de influenza H3N2 subclado K en el Perú. Se trató de dos niños de 1 y 8 años, detectados en Lima, quienes fueron dados de alta tras su recuperación. Las autoridades sanitarias señalaron que el riesgo de epidemia es bajo y realizaron un llamado a la calma.
Características del subclado K y situación del sistema de salud
Sobre las particularidades de esta variante, el Dr. Ciro Maguiña Vargas, médico infectólogo tropicalista, dermatólogo, exdecano del Colegio Médico y docente de la Escuela de Medicina de la Universidad César Vallejo (UCV), explicó que “esta influenza es de la misma familia; es decir, los síntomas son similares: fiebre alta, malestar general, dolor de cabeza, dolor de huesos y postración. Por lo tanto, no hay ninguna diferencia con las clásicas variantes”.
Respecto a la capacidad de respuesta del sistema sanitario ante una eventual mayor circulación del virus, el especialista fue enfático: “Lamentablemente, después de la pandemia del Covid-19, el sistema de salud en el país no ha mejorado; por lo tanto, no está preparado. Si uno acude a las emergencias, puede darse cuenta de la falta de preparación, y eso sería más crítico con brotes mayores”.
Vacunación y medidas de prevención clave
En relación con la protección que ofrecen las vacunas, el Dr. Maguiña resaltó que “mantener actualizado el esquema de vacunación es importante, especialmente en adultos mayores —con diabetes, obesidad e hipertensión—, en niños, gestantes y personas con enfermedades crónicas. Ellos tienen prioridad porque sus defensas están bajas”, precisó el especialista.
Por otro lado, indicó que “las vacunas clásicas que se usan frente a la influenza protegen entre un 60 % y 70 % a los vacunados. Esta vacuna es eficaz para todas las cepas”. Asimismo, recordó que “la influenza, en el mundo, mata a más de medio millón de personas al año, afectando principalmente a la gente no vacunada y a los grupos de riesgo”.
Vigilancia epidemiológica y llamado a la calma
Sobre el rol de la vigilancia epidemiológica, el docente de la UCV explicó que “es una estrategia importante para ver cómo se comporta esta variante. Lo que ha pasado en Europa y Estados Unidos no difiere de las clásicas influenzas y no es como el COVID-19. Además, esta medida sirve para la toma de decisiones en base a la información que se recoja”.
Finalmente, el Dr. Maguiña subrayó la importancia de las medidas cotidianas de prevención, muchas veces subestimadas. “No estamos en época de invierno; sin embargo, lo más importante frente a la propagación de casos es lavarse las manos, el uso de mascarillas en caso de síntomas, en lugares cerrados o al ingresar a un establecimiento de salud; además, evitar abrazos y besos”, agregó. Su mensaje es claro y directo: “Ni pánico, ni pasividad”.
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