En un mundo donde los efectos del cambio climático se hacen cada vez más palpables (desde el aumento del nivel del mar hasta eventos climáticos extremos), las universidades no solo tienen el potencial, sino también la responsabilidad urgente de liderar la batalla contra esta crisis global. En Perú, las instituciones de educación superior están idealmente posicionadas para convertirse en catalizadores de cambio, aprovechando su capacidad de innovación y formación académica.
¿Qué pueden hacer específicamente las universidades en el Perú para enfrentar el desafío climático? A continuación, se plantean los principales campos de acción que se basan en aprovechar las fortalezas de las universidades.
Investigación e innovación
Las universidades peruanas pueden ser pioneras en la investigación sobre el cambio climático y sus efectos, desarrollando tecnologías y estrategias para mitigar sus impactos. Un ejemplo destacado es el proyecto de energía solar de la Universidad Nacional de Ingeniería, que ha proporcionado electricidad a comunidades rurales en los Andes, mostrando cómo la academia puede contribuir directamente a soluciones sostenibles y accesibles.
Educación y capacitación
La formación de los futuros líderes y profesionales debe incluir un fuerte componente de sostenibilidad y cambio climático. Programas como el máster en desarrollo sostenible de la Universidad de San Martín de Porres son fundamentales para integrar estos temas críticos en el currículo académico, preparando a los estudiantes para enfrentar y gestionar los desafíos ambientales de manera efectiva.
Compromiso comunitario y liderazgo
El vínculo con la comunidad es esencial. La Universidad Nacional de San Marcos es un ejemplo de cómo las universidades pueden colaborar con el gobierno para desarrollar planes de adaptación al cambio climático. Estos esfuerzos conjuntos son vitales para crear estrategias que beneficien tanto a las comunidades locales como al país en general.
Conciencia y sensibilización
Gracias a su contribución con la sostenibilidad ambiental, por tres años consecutivos (desde 2021 hasta 2023), la Universidad César Vallejo logró ubicarse entre las cuatro mejores universidades que contribuyen a la sostenibilidad ambiental en el Perú, según el Reporte de Sostenibilidad Ambiental en Universidades Peruanas (RSAUP).
Sin embargo, existen desafíos significativos. La evidencia indica que las carreras en sostenibilidad frecuentemente requieren una colaboración interdisciplinaria que no se ajusta bien a las estructuras académicas tradicionales que favorecen la especialización. El perfil del experto en sostenibilidad debe ser de alguien que pueda mirar al interior de múltiples industrias, procesos, mercados y soluciones tecnológicas disponibles para poder encontrar las mejores soluciones presentes en la intersección de múltiples campos de estudio.
Finalmente, las universidades en Perú no solo están equipadas para enfrentar la crisis climática, sino que están obligadas a hacerlo. A través de la innovación en la investigación, una educación reformada que priorice la sostenibilidad y el enfoque interdisciplinario, y un liderazgo que fomente la colaboración entre diversos sectores, nuestras instituciones tienen el poder de liderar el camino hacia un futuro más sostenible. El cambio es tanto una necesidad urgente como una oportunidad para que las universidades peruanas desempeñen un papel protagónico en la defensa del ambiente. No es solo su responsabilidad, sino también su legado potencial transformar el desafío del cambio climático en una fuerza para la innovación, el progreso social y ambiental en Perú y en el exterior.
