Cuando hablamos de empresas inteligentes, pensamos que solo nos estamos refiriendo a las empresas transnacionales o grandes empresas, pero no es así. También nos referimos a las micro y pequeñas empresas (mypes) que están inmersas a un entorno de cambio caótico, complejo, acelerado e incierto; para estas, es un reto hacer frente a la adaptación y desarrollo continuo para el logro del éxito sostenido.
¿Cómo convertir una mype en una organización inteligente? Según Robbins & Coulter (2010), una organización inteligente desarrollará la capacidad de aprender, adaptarse y cambiar continuamente, con lo cual generará una cultura de aprendizaje que le permita lograr ventajas competitivas.
Hay solo un camino para adaptarse en una organización inteligente. Peter Senge propone dominar cinco disciplinas:
Dominio personal: Es importante conocer la visión de los colaboradores, la disciplina del crecimiento y el aprendizaje personal.
Modelos mentales: Las mypes deben pensar de manera divergente, explorar nuevas posibilidades, evitar encasillarse en los paradigmas y romper esquemas predeterminados.
Visión compartida: Las mypes tiene un propósito y una visión definida que debe ser desplegada para alinear al equipo colaborador en esa dirección; por otro lado, la visión compartida debe ser capaz de hacer "mirar hacia adentro” para construir el futuro.
Aprendizaje en equipo: Las mypes deben asegurar el talento necesario para hacer frente a sus retos, debe existir un deseo compartido de crecer empresarialmente y desarrollarse personal y profesionalmente. El aprendizaje en equipo debe estar alineado para crear los resultados y se construye sobre la disciplina de desarrollar una visión compartida y la de visión personal.
Pensamiento sistémico: Las mypes deben tener la capacidad de identificar, a través de la complejidad, las estructuras subyacentes que generan el cambio; además, la capacidad de aprender más rápidamente que los competidores, ya que es ventaja competitiva en la mypes.
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