Es sorprendente la relevancia de información y, sobre todo, de interrogantes que se tienen acerca de las emociones, pues a pesar de que forman parte de la cotidianeidad de cada persona, poseen aspectos que se desconocen y se investigan desde diferentes ramas de la ciencia, como la psicología, antropología, etiología, etc. Las investigaciones toman en cuenta el aspecto biológico-anatómico, su importancia en el comportamiento y las diferentes áreas en las que se desenvuelve el individuo.
Algunas de las investigaciones más trascendentes acerca de las emociones fueron hechas por Paul Ekman, quien concluyó que existen siete emociones básicas, con la interesante característica de ser universales, ya que no difieren en cuanto a su expresión facial y se pueden identificar y encontrar en todas las personas. En complemento, la información inmediata acerca de las emociones será mediante las expresiones faciales; es decir, si hay presencia o ausencia de una emoción, independientemente de lo que uno considere o interprete, las expresiones están presentes en todo momento.
Por ello, la presencia de las expresiones encierra un significado y se presenta desde el nacimiento; por ejemplo, cuando en el bebé se observan expresiones faciales de alegría, tristeza o enojo, para el cuidador significa que tiene una necesidad por cubrir, y que, claramente, da a entender el estado emocional en el que se encuentra para direccionar posteriormente su accionar.
Así también, en la medida que va creciendo el individuo, se va relacionando, obteniendo experiencias, descubriéndose y descubriendo; se irá dando cuenta de que existe un contexto, una motivación y una funcionalidad para las emociones. Y que, en este sentido, hay un papel relevante de la cultura, pues en ella se ven ciertas diferencias en cuanto a la expresión de las emociones. A esto se le llama normas expresivas específicas, es decir, que hay existencia de las emociones, pero se restringe el expresarlas dependiendo del contexto y ello también genera un aprendizaje por pertenecer a esta determinada cultura.
Sumergirse en las emociones plantea comprender que estas poseen un amplio campo por recorrer. Cada rama o área que la estudia tiene un determinado fin, una interrogante que quiere descubrir y dar a conocer a la vez; una perspectiva, no una verdad absoluta, necesariamente, pero sí una guía responsable y sincera, que tiene en cuenta la limitación que conlleva todo conocimiento y el propio ser humano, en este descubrimiento de sí mismo. Esto representa la incertidumbre que estará presente en todo aspecto, pero que, a la vez, genera una motivación por seguir adentrándose a lo desconocido.
Novedades +
Novedades
