Una actividad común del ciudadano es realizar trámites que le permitan cumplir con sus obligaciones u obtener un beneficio o servicio esperado en entidades del Estado. Muchas veces, los ciudadanos pasan por grandes malestares para realizar sus trámites: ocupan tiempo en largos viajes y afectan su economía solo para llegar a una oficina y completar su trámite, pero, lamentablemente, esto no se realiza el mismo día.
En el Perú, estas necesidades de agilizar, optimizar, economizar y mejorar los procesos en la gestión pública han dado un impulso acelerado y masivo para proponer políticas, normas, planes y estrategias con el fin de conseguir el Gobierno Digital en sus entidades. Sumado a ello, la llegada de la pandemia del covid-19 generó que muchas entidades del Estado reformulen los servicios de atención al ciudadano aplicando la transformación digital que moderniza la gestión pública.
En la transformación digital, el Estado aplica la estrategia de Gobierno Digital, donde se gestiona la información y las tecnologías digitales para usarlas en la gestión pública; esta debe ser prioridad para todo gobierno de turno. Implementarla no solo beneficiará al ciudadano, sino, además, permitirá automatizar los procesos, bajar costos, aumentar la productividad, crear nuevas y mejores formas de trabajo, desarrollar sistemas de información y sistematizar procesos que ayuden a tomar decisiones certeras en la gestión pública.
Con el Gobierno Digital, cualquier ciudadano que cuente con dispositivo digital y acceso a internet puede acceder a las diferentes plataformas digitales, hacer uso de los diferentes servicios que estas ofrecen sin la necesidad de asistir físicamente y formar largas colas, sin firmar documentos y sin movernos de casa. No olvidemos que los beneficios del Gobierno Digital son evitar que el ciudadano viaje largas distancias, gaste tiempo y dinero innecesario y evite pasar malestares.
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